Cuando era niña me encanta dormir fuera de mi casa, irme de campamentos y conocer gente nueva, muy contrariamente a mis hermanos.
Ahora estudio en una ciudad distinta a en la que me crié, y aunque sigo dependiendo de mis padres, estoy dentro de ese grupo de estudiantes a los que no les importó coger la maleta e irse de su casa para seguir sus sueños.
Tampoco me importó irme a Frankfurt a convivir con checos, islandeses y polacos, ni me importó irme de viaje a Suiza con solo una mochila a la espalda. El año que viene, si todo sale bien, me mudaré una temporada a Holanda.
En el mundo en el que vivimos es necesario no tener miedo a moverse, a probar cosas nuevas, a salir de vez en cuando de lo establecido y de lo que estamos acostumbrados.
No hace falta irte del país para darte cuenta de la cantidad de cosas que puedes estar perdiéndote.
Hola, Gloria. Quiero felicitarte sinceramente por este lindo blog; su diseño me parece muy sobrio, juvenil, colorido; sus secciones están bien disribuidas y presenta un interesante menú para las páginas. El contenido de esta entrada también es muy interesante. Ojalá algunos jóvenes no malinterpreten tu mensaje, el cual me parece muy positivo a la vez que intrépido. No es bueno caer en la monotonía de la vida. Siempre hay que buscar la manera de hacerla más atractiva.
ResponderEliminarUn abrazo desde Venezuela,
Elhi Delsue
http://elhidelsue.blogspot.com