viernes, 17 de diciembre de 2010

Final del camino

Nunca pensé que tendría que elegir.
Sinceramente, siempre pensé que en el algún punto del largo camino que he recorrido a través de la danza, abandonaría. Que me podría el miedo, el dolor o la resignación. Que no lo soportaría, ni el cansancio, ni la presión ni las lágrimas.
Nunca pensé llegar al final del camino. Ante mí solo se extiende un basto precipicio hasta donde alcanza la vista. Es decir, esto es todo. ¿Esto es todo? Nunca me había planteado que habría al final del camino porque jamás pensé que llegaría al final.
"Seguireis bailando, porque si no para que habéis hecho tantos años de carrera". ¿Para qué? No lo sé. En realidad nunca fue más que un hobby. Nunca albergué falsas esperanzas de ser alguien en esl desagradecido mundo del espectáculo. No realmente.
¿Y por qué un hobby que requiera tanto esfuerzo, tanto sacrificio? Bueno, ¿y por qué no? ¿Para qué malgastar tu tiempo en algo si no te entregas en cuerpo y alma?
No lo hacía con previsiones de futuro. Simplemente me gustaba, disfrutaba, me entregaba a un placer efímero que aunque corto a menudo compensaba el sufrimiento del resto del tiempo. Otras veces no, quizá la mayoría. Pero merecía la pena.
¿Y ahora qué? Me he sentido segura en la calidez de mi escuela, donde tenía un hueco, un lugar donde refugiarme, donde expresarme, quizá por el simple hecho de haber pagado una matrícula - pero era algo que ya era mío.
¿Y ahora qué?

lunes, 29 de noviembre de 2010

Feliz 2º Aniversario


Hace dos años, tu y yo estábamos sentados en un parque. En el aire se dibujaba el eco de nuestras respiraciones. El frío rodeaba nuestros cuerpos haciendo que desearan estar el uno junto al otro.
Te miré, y sonreí, y sonreíste, y el mundo entero pareció detenerse para escuchar el latir desbocado de nuestros corazones.
¿Lo sabías entonces? ¿Sabías que desde esa noche, ya nunca podría alejarme de ti? ¿Que habías atrapado mi corazón para siempre?
Dicen que el amor a nuestra edad no se entiende, que malgastamos nuestra juventud. Pero no hay nada que me haga sentir mas joven que este sentimiento. La magia, el frenesí, la pasión con la que estás en mi vida... es lo que me hace sentir viva.
Puede que dentro de menos de lo que queremos nuestros caminos se separen para siempre. O puede que pasen otros dos años, y diez, y veinte, y sigas a mi lado.
Lo que sé ahora ya lo sabía aquella noche, en aquel parque, entre tus brazos. Que jamás amaría a nadie tanto como te amo a ti.



domingo, 28 de noviembre de 2010

Olvidada


Es curioso como podemos caer en el olvido antes de desaparecer. Como parece que nadie nos echa de menos, que nuestro vacío fue tan fácil de llenar que parece que nunca existió.
Existen personas a las que nunca se pueden reemplazar. Pero, con el paso de los días, me doy cuenta de que no soy una de esas personas. Que he desaparecido para siempre a pesar de los años que luché a vuestro lado. Y duele. Pero qué le vamos a hacer.
Me siento encarcelada en algun lugar a medio camino entre mi origen y mi destino. Lo malo es, me temo, que de donde partí ya me olvidaron y hacia donde voy aun no me conocen.

¿A donde ir, cuando no hay nadie esperando?


domingo, 21 de noviembre de 2010

Zuba y Málaga

"Dicen que no pueden amar lo que no ves"
Y es curioso
porque cada vez estoy más segura
de que no puedo ver lo que no amo.


Y te veo.


domingo, 17 de octubre de 2010

Domingo tarde.

Un viento leve mecía las hojas de los árboles y erizaba el vello de los brazos de aquellos incautos que aún pensaban que era pronto para las chaquetas. La noche del domingo había traído, como cada semana, un silencio pesado y frío sobre las calles de la ciudad, y, partiendo en todas direcciones, estudiantes volvían de sus casas y marchaban a su lugar de residencia dejando atrás la estación.
Yo no me libraba del sabor metálico del domingo por la noche. El lunes se presentaba amenazante para todos, sin escepción. Sin embargo, no había sido fácil volver a dejar que se marchara, volver que dejarle ir una semana más y esperar con resignación hasta el sábado siguiente.
A mi alrededor, cansados jóvenes arrastran sus maletas de vuelta a los estudios. Me pregunto si también ellos hace escasas horas que se han despedido de alguien especial, si los han dejado marchar, apesadumbrados, como nosotros.
Aunque me doy cuenta de que esto que tenemos tu y yo, en realidad, nadie más lo tiene.

domingo, 10 de octubre de 2010

Si alguna vez...


... sacrifico mi presupuesto en regalos.
... ceno corriendo para coger el ordenador.
... no salgo la noche del viernes.
... madrugo un sábado.
... arrastro una maleta pesada en silencio.
... cojo un autobús vacío a las 8 de la mañana.
... desayuno un sandwich frío que me escupió una máquina en el asiento de un tren.
... me voy de una ciudad donde brilla el sol y se escuchan las gaviotas.
... me voy a una ciudad con un cielo gris que llora a cántaros.
... no duermo en el trayecto de los nervios.
... lloro por su ausencia.

...y, todo, lo hago por él...

... es porque le quiero con toda mi alma.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Y al cuarto día...

El sol brilla en esta ciudad, aunque el aire parece adherirse a tu piel como solo pasa en la costa. La he llamado la ciudad de las libélulas
Vivo en un piso que ahora está medio vacío, pero que en unos días estará lleno. Fátima, Rebeca, Suhaira y yo. Las chicas del 5º A.

Las distancias aún me parecen enormes, es como si la ciudad se estirara cada vez que intento ir a algún sitio. La noche a veces me confunde y me desorienta. Pero supongo que es cuestión de tiempo que se convierta en mi ciudad y yo camine por ella como si lo hubiera hecho siempre.

martes, 31 de agosto de 2010

Yo


Que mala educación. No me he presentado.

Mi nombre es Gloria, aunque aun no he hecho nada para ganarme ese nombre. Tengo dieciocho años, pero me siento niña. Creo que eso será útil cuando tenga cincuenta.
No me gusta la lluvia, a no ser que la vea caer desde el calor de un brasero con castañas calientes y un buen libro.
Me gusta leer. Los personajes de los libros no pueden herirte, al menos no realmente. Leo mucho. Escribo mucho. Leo lo que escribo. Al final todo son palabras.
Bailo ballet. Al menos me gustaría poder decir que lo hago medio decentemente.
Bailo en mi cuarto y disimulo cuando alguien entra. Supongo que todos lo hemos hecho alguna vez.
Tengo miedo. De muchas cosas. De quedarme sola, de ahogarme, de sacar los pies por el filo de la cama.
Me dan asco las cucarachas, los pelos en la esponja y la cadena del tapón de la bañera me da grima. Que cosas.
Mi comida favorita son las patatas, y yo también pienso que la tortilla de mi madre es la mejor. Me gusta cenar en el mejicano, y reirme con mis amigos.
Creo en el amor para siempre. Yo vivo un amor que es eterno. Aunque terminará matándome.
Soy pequeña, y no me gusta mi cuerpo. ¿A alguien si? Pero he aprendido a convivir con él, es lo único que me acompañará siempre. Pero me gustan mis labios. Y mis pestañas. Es lo unico bonito el lunes por la mañana. Y la forma de mis ojos. Aunque me gustaría que fueran azules.

Podría estar así horas. Pero nunca llegarías a conocerme del todo. Yo tampoco puedo.

sábado, 21 de agosto de 2010

25 días


Bueno, tendría que reconocer tarde o temprano que estoy asustada, a pesar de que es absurdo, a pesar de que en el fondo todo el mundo lo sabía. Me gustaría pensar que estoy siendo valiente, que me lanzo contra los miedos sin acobardarme. Pero lo cierto y verdad es que me siento cobarde.

Porque sé que le echaré de menos, que lloraré su ausencia y que me quemará por dentro, y que a fin de cuentas no voy a hacer nada para evitarlo. Sé que en las calles de Málaga no pasea él.

Porque siempre tuve facilidad para hacer amigos, pero no es fácil si llegas a un lugar donde la amistad esta ya forjada por encima de la rivalidad y en el fondo todas somos competidoras. Sé que en las clases, en los bailes de Málaga, no estáis vosotras.

Lo único que estará allí soy yo. Y, aunque se que tengo miedo, estoy lista.

"Nadie nunca sufrió cuando fue en busca de sus sueños"


martes, 3 de agosto de 2010

50 dias


La cuenta atrás ha comenzado. A escasos cinco días de la mayoría de edad, el final de esta etapa de mi vida me atenaza como una sombra. Cada vez la sensación de que no queda tiempo es más fuerte. Ojalá supiera que es lo que aun me queda por hacer aquí, eso lo haría mucho más fácil.


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