sábado, 17 de noviembre de 2012

Sorteo Primer Aniversario Blog Appetit!

Cada día estoy más enamorada del mundillo de la repostería y las manualidades, así que quiero compartir este concurso con vosotrxs. ¡Yum yum!

domingo, 11 de noviembre de 2012

10.000 visitas

Gracias a todos los que habéis hecho posible que el blog haya alcanzado y pasado las 10.000 visitas. Últimamente estoy muy feliz, a pesar de los problemas y de las personas que intentan complicar la vida de los demás. Este detalle hace que esté aún más contenta. ¡Gracias! :)

viernes, 9 de noviembre de 2012

Feliz nacimiento.


Mi retoño, en A4 y sin maquetar (demasiado). Achicado por mi padre son 358 páginas. En mi ordenador son 452 hermosos folios. Ha nacido hermosote. 

jueves, 8 de noviembre de 2012

Over.

Me siento rara.
Es decir. Rara.
Han pasado siete años y medio. Chispa más o menos, es decir, sé que hoy es 8 de Noviembre de 2012 y es todo lo que puedo decir a ciencia cierta. Por lo demás, no lo sé. Empecé a escribir este libro en abril de 2005, de eso estoy más o menos segura. Que fue después de leer Memorias de Idhún, La Resistencia, de Laura Gallego, también. Y de que lo primero que escribí era una porquería, pero da igual porque lo perdí. Pero conservo muchas cosas a mano, cosas horribles que me da vergüenza enseñar pero que guardo porque me trajeron hasta aquí. Y dibujos, y mapas. Y miles de papelajos con garabatos que recuerdan algo a lo que  hoy he terminado de escribir. 
451 folios. 5793 párrafos. 117.750 palabras. Intento reducirlo a números para no sentirme abrumada, pero ahora mismo estoy en shock. La catatonia da de sí lo justo para escribir esto. Y en lo único en lo que puedo pensar es en cosas absurdas y anecdóticas que a vosotros os dan igual pero que aún así os voy a contar. Como por ejemplo, que de los seis protagonistas, el único que ha conservado el mismo nombre los siete años ha sido Ethan. Que Eris y Eileen son mis personajes favoritos o que Fareth, Rui, Caitie, Kassandra y Mairenn surgieron de personas reales. Que el fin de año de 2007, la misma noche del 31 cuando todos se habían ido de fiesta y mi primo, apenas un bebé, dormía en mi cama, yo estaba sentada a oscuras escribiendo este libro. Que pensé que lo terminaría en 2008, prometí que lo haría en 2010 y lo he hecho en 2012. Y que me siento como una madre cuando digo estas cosas, orgullosa de mis pequeños.
Que está hecho. Estoy plantada delante de él como una imbécil.
¿Qué se supone que voy a hacer ahora con mi vida?

domingo, 14 de octubre de 2012

Un final.

Dos meses después, ha llegado el momento de volver. Y sin embargo, mucho cambia y mucho permanece. A punto de alcanzar algunas metas, objetivos que pueden llevarme al estrepitoso fracaso o encumbrarme. O quizás ninguna de las dos cosas.
Realmente nada ha cambiado. En estos dos meses muchas cosas han dejado de ser como solían ser pero nada de lo que realmente importa. Estoy aquí sin saber bien que decir y a fin de cuentas eso ha sido así siempre. 
Empiezo a ver el final de la novela. Siete años después, su final pende sobre mí como una espada de Damocles demasiado afilada. Pero lo necesito, necesito escribirla y tenerla entre mis manos por fin. Necesito dejar de atormentar a los personajes y dejarlos vivir en paz.
Y conmigo, tres cuartos de lo mismo.



"La muerte de quien amamos ciega. La muerte de un amigo enfurece."

viernes, 10 de agosto de 2012

20

No me siento especialmente diferente, a pesar de haber entrado en la tercera década de mi vida. Solo quería tener gente con la que poder compartirlo, y así ha sido. Así que nada puede ir mal en lo que queda por venir. 
Lo mejor está por llegar.


martes, 26 de junio de 2012

Helle.



¿Quién es Helle? Mentiría si dijera que no fuimos la misma persona, al principio. Partimos del mismo punto, pero pasaron los años y cada una creció en una dirección. Pero a veces, de madrugada, volvemos a ser la misma persona. No es solo el parecido físico, que discrepa vagamente de la una a la otra. Puse en ella todos mis anhelos. Todo lo que yo no era capaz de hacer. Y por eso canta y por eso le importa un carajo lo que piensen de ella. La mayoría del tiempo.
A veces nos confundo. Pero es fácil saber qué diría Helle. Quizá su terca y casi autodestructiva valentía sea lo que realmente nos separa. 
Pero no, Helle no soy yo. Cuando Helle era yo, su nombre era otro y yo era otra. Aún tenemos muchas cosas en común, desde luego. Tantas que hay veces que no puedo evitar sonreír. 

— Siempre pensé que disfrutabas sacando a la luz los defectos de la gente. Tardé tiempo en ver lo que Shane veía.  Que tienes un don.
— Yo no tengo ningún don. Solo un buen puñado de defectos. 

Ethan &Helle
El Regrso. Gloria Martínez Villamandos.

jueves, 7 de junio de 2012

Blog, no te he abandonado. Te sigo amando. Son estos exámenes y su complejo de inferioridad, necesitan toda mi atención. Pero no me olvides, volveré.

domingo, 13 de mayo de 2012

Pasado

"¿Quién me condenó a no encontrar lo que busco? ¿Quién me lo da de probar y después me lo arrebata? ¿Quién me condena a vagar sin rumbo, buscando mi norte, perdida en la oscuridad, sin luz, sin vida y sin alma? Porque, seas quien seas, puedes estar satisfecho con tu trabajo. Lo bordas cada día.
Me pregunto donde habré dejado toda mi fortaleza, mis ganas de salir adelante, mi entusiasmo, mi ímpetu, que tanto me caracterizaron antaño. Es que ahora me hundo y es que me da igual. No me llevo a nadie conmigo al fondo, tampoco parece que nadie advierta que me sumergo lentamente.
¿Hay alguien ahí? ¿Pueden oírme? Sigo aquí, aunque lo hayáis olvidado. Soy la de siempre.
O, al menos, eso intento."

A veces me pregunto cuando dejé de escribir así y me volví mediocre. 

jueves, 10 de mayo de 2012

Carry On.

Me preocupa estar perdiendo la capacidad de sentir el dolor ajeno. Esta carrera hacia la inmortalidad me está haciendo vivir con un solo objetivo: seguir adelante. Sin importar quién venga o quién se vaya, sin importar quién sufra incluso si soy yo. Ya no me afecta el dolor de los demás, soy puño apretado que sigue hacia delante con una obstinación casi desmedida. No puedo permitirme sentir dolor, ni tener sueños, ni pensar, ni temer.
Solo puedo continuar. 
Keep Calm and Carry On

domingo, 8 de abril de 2012

Yo.


Soy cordobesa. Me gusta leer. Estudio Publicidad y RRPP. Tengo novio. Seré novelista. Ojos marrones. Dibujo. Estudio chino. Photoshop. Titulada en Danza clásica. Vivo en Málaga. Tortilla de patatas. Soy scout. Manualidades. Nueva York. Nikon D3000. 1 metro 51 cm. Adicta a hama beads. Juegos del Hambre. Repostera de tiempo libre. No fumo. No bebo. Pinspire. Muy exigente. Trenzadora profesional. Aspiraciones de Raksha. No sé planchar. Modelo por compromiso. Ficha amarilla.

Hoy estoy contenta. 

Y aún así

No podré decir que en realidad nunca me quiso, que jugó conmigo, que me engañó. No podré decir que para él nunca significó nada, que fui una más. No lo fui, yo lo sé y él lo sabe. Es una suerte que a esta relación no se le vea el final, porque sinceramente, no sabría a que aferrarme. No es un cerdo, no me ha utilizado, no me ha usado. Espero que lo nuestro nunca termine, porque no sabré a que atenerme si algún día no está. Sería fácil contentarme a mi misma diciéndome que no me merece y esas tonterías que no sirven para nada. Porque, decidme ¿como se consuela el final de un amor que ha sido pleno, sincero, que lo ha dado todo y lo ha vivido todo?
 A veces me pregunto cosas así de catastrofistas, pero realmente no sirve para nada. Yo lo sé. Me alegra que todo esto no sean más que suposiciones y reflexiones que aparecen con las primeras luces que se cuelan en mi habitación. La almohada huele a él y sonrío. Me hace gracia la predisposición que tiene a tumbarse por todas partes y lo lleno de energía que está luego. No duerme aquí, desde luego, pero algo tiene su pelo que deja su olor en todo lo que toca. A veces es incluso molesto, sobre todo cuando coge el autobús y se va, y entonces tengo que ir recogiendo todos esos retazos de olor, guardarlos en su bote y esperar a que vuelva a por ellos.
Pero él sabe que no me importa.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Pues vaya.

Sé que últimamente desaparezco mucho. Pero realmente ¿qué estoy buscando aquí? Mentiría si dijera que no tenía esperanzas depositadas en cierto concurso. Es como si no importara cuan duro trabaje, nunca lograré nada al respecto. Más bien parece que mis esfuerzos se centran en sobrevivir, pero no me conformo con flotar con la corriente. Necesito destacar, brillar y conseguir mis propósitos. Necesito estar por encima de la media, triunfar, ser buena y ser la mejor. Así me han educado, o al menos, así lo he entendido. Pero sinceramente, no lo consigo tanto como me gustaría. De hecho, últimamente no consigo nunca. Tendré que resignarme a vivir dentro de la media, en el centro del montón, siendo mediocre y sin conseguir nada más que cansancio crónico y ganas de volar guardadas en el bolsillo. 
Ver la vida pasar y forzar una sonrisa.

lunes, 12 de marzo de 2012

Si...


Si vas a irte, llévate tu olor. Que me duele.

Si vas a irte, llévate los recuerdos de un hermoso fin de semana en medio de esta locura de trabajo y estrés. Si vas a irte, llévate tus cosas, y las fotos, y tu luz. Esa luz que me has dejado por todo el piso.
Si vas a irte, llévate tu hueco de la cama, que ahora es grande y fría y solo pregunta por ti. Si vas a irte, llévate de su repisa el cepillo de dientes, porque sin ti no tiene otra función que la de sentirse solo y sentirme sola. 
Si vas a irte, llévate tus caricias, que mira como  me has dejado el pelo, y la piel, y el alma. Llena de surcos. Llena de "te quiero"s que se han quedado suspendidos en el aire, sin su pista de aterrizaje favorita.
Si vas a irte, vete, vete del todo. Pero mejor no.
Mejor,  quédate. 

lunes, 5 de marzo de 2012

sábado, 3 de marzo de 2012

Incondicional.

Tiemblo, y me dan ganas de vomitar. Siempre tengo la misma sensación cuando creo que algo está fallando entre nosotros. Con la más mínima sospecha, mis manos dan sacudidas y el estómago se me da la vuelta. 
Sé que nuestra relación es fuerte. Hemos pasado grandes obstáculos, hemos superado distancias, penas, fracasos, terceras personas, lo hemos superado todo. Quizá sea el momento de pensar que hemos pasado demasiados problemas como para poder sobrevivir uno más. Sé que es difícil imaginar como será todo esto cuando me marche a un país más o menos lejano. Aunque sé que a nuestra edad debería mirar solo por mi y por mi futuro... Simplemente no puedo hacerlo. Todo mi mundo está construido a tu alrededor. A pesar de que tengo amigos que no conoces y recorro a diario lugares en los que nunca has estado. No me refiero a eso, no me refiero a que seas lo único a lo que dedico mi vida. Tengo unos estudios, una familia, unos amigos y unos sueños. Pero sé que si tú no estás conmigo para disfrutarlos, a mi lado, se quedan vacíos, inertes. 
Sí, he construido mi mundo a tu alrededor, y no quiero saber como será sin ti. Es cierto que puede que me marche, de Erasmus, pero volveré un día. Sé que te sentirás solo en Granada y puede que allí conozcas a alguien, pero volverás a Córdoba, volveremos los dos, y compartimos demasiadas cosas como para tener la suerte de no volver a encontrarnos. Y ya lo sabes, si lo nuestro se termina por mi culpa, porque yo me voy lejos de ti, cuando volvamos me dará igual cuantas novias tengas y cuánto las quieras. Te besaré nada más verte y serás sólo para mí. Habré dado tiempo suficiente al mundo para que te disfrute. Me dolerá cederte durante unos meses, pero eres mío, eres sólo para mí y lo sabes. Hay demasiadas promesas, demasiadas fotografías, recuerdos, memorias, imágenes y sueños que hemos forjado juntos, y no van a desaparecer. 
Así que ya sabes, te quiero hoy, te querré siempre, y ni todas las mujeres y todos los kilómetros del mundo van a apartarte de mi lado. 
Tenlo presente.


martes, 21 de febrero de 2012

Jar.

Los días pasan lentos, tediosos, cansinos. Improductivos. Quizás en las primeras horas del día puede recogerse algo de provecho.
El resto del tiempo no es más que una pausada observación de la marcha de una hora tras otra. Sé que esta tranquilidad no durará mucho. Me gustaría poder guardar todas estas horas en un frasco, atarlas con un lazo y esperar. Y así, dentro de unos meses, poder recurrir al tiempo perdido. 
Dos horas de sueño.
Veinte minutos de risas.
Un día completo a su lado. Mejor dos. Mejor, veinte. 
¿Dónde irá todo este tiempo perdido? Quizás esté con un par de juegos de llaves, aquel libro que presté, la pulsera que me regaló él y varios cientos de horquillas y gomas del pelo. Puede que un día, al morir, nos encontremos con un baúl lleno de todo aquello que perdimos un día. 
La juventud. 
La inocencia. 
El talento. 
El miedo.
Y la vergüenza. 
Aquí estoy. He vuelto.
¿Me echabais de menos?
Yo sí.



jueves, 16 de febrero de 2012

Se acabó. No bastaba con talento y tampoco es que me sobre.
Ni siquiera puedo acabar esta entrada decentemente.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Bon voyage.

Dentro de los próximos doce días, decidiré un destino. Entonces, los 133 kilómetros que existen (siguiendo una línea) entre Córdoba y Málaga serán una minucia. Una vulgaridad. Y ¿quién sabe? cuando recuerdes este blog, quizá se llame '2300 km después', o '1890 km en línea recta' - aunque con el añadido pierda un poco de glamour.
Quizá me busque a mi misma a 1560 km de distancia, en avión sobre el mar, en una isla. Quizás nos encontremos a 1995 km por la carretera. ¿Qué nombre queda mejor? Quizás pueda convertirlo en un factor decisivo para tomar mi decisión. La palma se la llevan los 3212.3 km de aquí a Akureyri en Islandia, pero no, ese creo que no. Estoy bastante segura de ello. 
Y cuando nuestra distancia se mida en miles de kilómetros, en horas de avión, en países recorridos,en mares surcados o en grados descendidos... ¿Seguirás queriéndome, aún así?

domingo, 5 de febrero de 2012

No.

Esta soy yo y este era mi sueño. Al menos era uno de esos sueños a los que me aferré ciegamente hasta que casi acabó conmigo. 
Me gustaba, pero mentiría si dijera que no me consumía. Físicamente, sí, bueno, pero eso era lo de menos. Lo malo era como mermaba mi moral y como me hacía culparme y castigarme día tras día. Suena a melodrama, lo sé. Pero es la realidad. 
Tenía que existir una recompensa al final del camino. Pero no la hubo, no. Al menos, yo no la encontré. Terminó, sin pena ni gloria. 
No echo de menos bailar, porque bailo cuando quiero, en cualquier esquina, en cualquier rincón. A veces ni siquiera necesito música. A veces, ni siquiera necesito espacio. 
Desde luego echo de menos el compañerismo y las risas, pero se que no me ha abandonado, que los caminos vuelven a cruzarse cada vez que queramos, si queremos. 
Echo de menos el reconocimiento, sí. Quizás los aplausos. Quizás la adrenalina que te martillea la sien justo antes de pisar el escenario. 
No echo en falta el dolor, desde luego, ni siquiera el gratificante. No echo de menos el agobio, la falta de tiempo ni la victoria no conseguida, y en los últimos tiempos, era lo único que conseguía. Lo que echo de menos hace mucho que lo extraño, mucho antes de terminar mis estudios, mucho antes de que todo se terminara y me sentara aquí a escribir esto. Echaba en falta el ballet mucho antes de dejarlo. 
Dejé el conservatorio después de dedicarle diez años de mi vida. Dejé el ballet después de dedicarle catorce. ¿Que si lo echo de menos? 
Sinceramente no. 

jueves, 2 de febrero de 2012

Y al fin...

En lo único que podía pensar en medio de aquella vorágine de apuntes, nervios, dudas y sueño escaso era en que había algo más allá de todo aquello. 
En lo único que podía pensar es que después del esfuerzo, estaría esperándome. Que habría algo reparador al otro lado de tanto trabajo y tanto conocimiento inútil y absurdo que no tengo otro remedio que memorizar.
"Ya falta menos para volver a  estar juntos."
Es en lo único que puedo pensar. 

sábado, 28 de enero de 2012

Madness



"— Es una locura... — dijo Caitie, sacudiendo la cabeza.

    — Pero funcionó. A veces las ideas más descabelladas son las más efectivas. "


Caitriona & Raven
El Regreso.
Gloria Martínez Villamandos

lunes, 16 de enero de 2012

Sutil.

Me doy cuenta de que no había probado bocado demasiado tarde. El pescado está frío sobre mi plato, pero me obligo a comerme un bocado tras otro. ¿Que me ocurre? Tengo el estómago cerrado. Había sido un día lluvioso y el frío me había calado hasta los huesos.
"Que forma tal sutil tienes de escapar de mis lamentos" intento decirte, pero te has ido, así que lo hago una bola espesa y fea y me lo trago. Al menos hace algo de peso en mi estómago. Me pregunto si aún nos queda tiempo, pero no.
Era demasiado tarde, hasta para tener sueño(s).


No hago vida en el presente y todo me recuerda a ti.  

domingo, 15 de enero de 2012

Nos lo debemos.

Déjame mis sueños para  mí. Déjame el descanso y las sábanas, llévate el remordimiento y la pena. Deja de atormentarme de esta manera, con esos "Y si..." que dejan sabor amargo. Deja de estar en la ausencia. Llévate ese arrepentimiento disfrazado de cordialidad, esa mirada hermosa dentro de la distancia que me lo recuerda a cada momento. Que no hubo. Que no hay.
Nos lo debemos. Sí, quizás sí. Pero no ahora.
Puede que nunca. 

martes, 10 de enero de 2012

(Des)propósitos.

¿Qué importaba? Era un año más, pero era a fin de cuentas un día como cualquier otro. ¿Para qué iba a hacerme propósitos? ¿Para no cumplirlos? ¿Para hacerme sentir mejor? Los propósitos ya sólo me sirven para avanzar inexorablemente hacia una meta que se aplaza lentamente hasta convertirse en un nuevo propósito. De un lunes, de un día 1, de un año nuevo. 
¿Para qué hacer tantos planes? Tú y yo fuimos fruto del error, de la espontaneidad, de una explosión, de una casualidad. De una mirada de esas que no planeas y que son las que de verdad hacen que tiembles. No estabas en mi lista de propósitos, de hecho creo recordarte en la lista de errores que no repetiría. Pero todo el mundo sabe que las listas no sirven para nada. Para no seguirlas, para saborear la adrenalina que produce ignorarlas, saltárselas. Más bien fuimos un des-propósito.
Nada de lo bueno que me ha pasado en la vida me lo he propuesto. Así que lo único que pido de este año es que esté lleno de despropósitos. 
Cuantos más, mejor. 

Datos personales